Pintar una caja de madera es una de esas manualidades para niños que podemos hacer ahora que los días se acortan y comienza a hacer frío. Para mantener a los niños entretenidos en invierno, no hay nada mejor que las manualidades, sobre todo si tienen que ver con pintar.
A la mayoría de niños les encanta y además podemos aprovechar la ocasión para hacer un regalo personalizado para el día del padre o cualquier otro acontecimiento.
En esta ocasión, el regalo era para el abuelo al que quisimos llevarle una botella de vino, pero la caja nos parecía un poco sosa.
Para sellar la madera y poder pintar encima, se le dio una capa de látex concentrado para anualidades y se dejó secar. Para acelerar el proceso de secado si no tenemos tiempo, podemos hacer uso del secador de pelo, que hará que esté completamente seco en un par de minutos.
Cuando veamos que la madera tiene una superficie brillante y al tocarla no se nos pegan los dedos, ya se puede empezar a pintar. Cuando esté seco, podemos dar una capa de barniz para proteger el trabajo, aunque no es imprescindible.
La caja de madera llevaba la marca impresa en la tapa y para ocultarla le dimos una capa de pintura acrílica color beige y la peque aprovechó para poner una dedicatoria:
¡Al abuelo le encantó su caja de madera pintada por la nieta!
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