Tengo muy poco tiempo y hace bastante que no escribo, pero eso no significa que no haya hecho nada!
Una de las cosas que he hecho durante este tiempo son estos jabones de glicerina que dimos como recuerdo en la comunión de la peque.
Me dieron mucho trabajo, ya que me tuve que poner con tiempo e ir haciéndolos poco a poco, pero el resultado valió la pena.
El material lo compré en la gran velada, donde también podéis encontrar totorales. Los que me seguís por Facebook, recordaréis esta foto:
¿Adivináis lo que voy a hacer? |
Molde de silicona tridimensional, glicerina para jabón, tintes y aroma de chuches.
¿Cómo se hacen los jabones de glicerina?
Si no recuerdo mal, cada molde es para unos 60 gramos de glicerina, y lo que yo hacía era cortar la glicerina con un cuchillo y pesarla en una báscula de cocina (así no hay margen de error).
Como tengo dos moldes, pues pesaba 120 grs. , los cortaba a trocitos, los ponía en una jarra de plástico junto a dos o tres gotas de colorante y 4 gotas de esencia y los ponía a fundir al baño maría. La primera vez lo hice en la vitrocerámica, pero no iba muy bien, y además el gasto hubiese sido excesivo.
Como en casa tengo un camping gas, terminé haciéndolo de una forma más económica y rápida:
El palillo de los chinos es para que la jarrita de plástico no baile al hervir el agua.
En todo momento utilizaba guantes de goma por seguridad.
Una vez que está casi fundida la glicerina, quitamos del fuego, removemos para que se acabe de fundir y aplicamos un poco de alcohol con un bote de expray en la superficie (sirve uno de esos que venden para meter la colonia cuando te vas de viaje).
Vertemos poco a poco dentro del molde con cuidado de rellenar todos los huecos y al terminar pulverizamos la superficie con alcohol, para evitar que se formen burbujas.
Dejamos enfriar a la interperie varias horas o si tenemos prisa, metenos unos minutos en el congelador cuando no queme.
Hay dos tipos de glicerina, blanca y transparente. Con la glicerina transparente usé tinte rosa, pensando que a las niñas les gustaría más, pero tuvieron mucho más éxito las muñecas lilas.
Con la glicerina blanca los detalles del molde se aprecian mucho más:
Presentamos los jabones envueltos en un rectángulo de tul y atados con un lazo de cuerda.
Después solo hubo que poner unas etiquetas de papel kraft con el nombre de la niña y fecha del evento ¡y ya está! recuerdo de comunión terminado, un recuerdo que si como suele pasar termina en un cajón olvidado, por lo menos dejará buen olor en el armario.
¿A vosotr@s cuál os gusta más?
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