No, no voy a contaros ningún cuento, ni me ha invadido el espíritu de Charles Dickens...
Mirando fotos antiguas, he encontrado algunas de las navidades de hace dos años y me parece increíble lo que ha cambiado mi princesa en dos navidades...
¡ Lo mayor que se ha vuelto! ¡Hay que ver como pasa el tiempo!
En esta foto está espolvoreando azúcar a los mantecados de canela y de chocolate que hicimos juntas
(el año pasado los compramos hechos).
¡Ni siquiera llegaba a la mesa y está sentada en un alzador!
La verdad es que estaban buenísimos así que creo que este año vamos a repetir la experiencia, porque ella no se acordaba ni siquiera de lo que es un polvorón...
Parece como si los niños perdieran la memoria de un año para otro...
Así que este año a lo mejor los repetiremos y aprovecharemos para hacer un paso a paso de la receta.
¡Os prometo que están para chuparse los dedos!
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